Cajas y botellas de aceite
Botellas de aceite
Vista aerea de olivar
Bodegón de botellas de aceite
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A.O.V.E Ecológico Familiar

sellos de origen y calidad

Nuestra historia

AOVE ORO LA SENDA ALMAZARA comenzó como un proyecto familiar de los hermanos Jaime, de La Solana, convirtiéndonos en propietarios de una explotación agrícola de cultivo ecológico.

Desde muy niños hemos ayudado a nuestro padre en los trabajos del cultivo del olivar. Alfonso Jaime, nuestro padre, de familia humilde, compró su primer olivar al inicio de los años 90. Ahí empezó todo.

Poco a poco, alternando su trabajo con el campo, fue adquiriendo parcelas y siempre inculcándonos la mejor forma de trabajar en el olivar, cuidándolo al máximo.

Familia

La almazara

Nuestras instalaciones están totalmente climatizadas para la conservación, durante todo el año, de nuestro AOVE.

Por eso decidimos tener también las maquinarias más avanzadas del mercado, SINTESI, especialmente diseñadas para producciones con alto compuesto fenólico. El ciclo de trabajo puede ser continuo o discontinuo.

La trituradora está separada, equipada con un inversor para ajustar las revoluciones de trituración.

El manejo del oxígeno a la entrada de la trituradora caracteriza su procesamiento y constituye un factor muy importante que permite la formación de lipoxigenasa y por tanto de aromas.

Igualmente importante, para la calidad final del producto es el delta de temperatura entre la entrada y la salida de la pasta del triturador.

Una vez terminado el proceso del decanter, nuestro AOVE ORO LA SENDA pasa por un filtro de placas de celulosa de 40×40, para quitar todas las impurezas y humedad que pueda arrastrar de piel o hueso de aceituna.

Nuestros olivares

Nuestras parcelas están ubicadas en pleno corazón de Castilla La Mancha, en diferentes términos de La Solana y su entorno. Son aproximadamente 7000 olivos de la variedad picual y cornicabra, de secano, mayormente plantados en un marco de 8×8.

La recolección es el proceso más importante y delicado. La recogida de la aceituna la llevamos a cabo prácticamente de forma manual, con lo que solo recogemos los frutos que están en el árbol, descartando todos aquellos que hayan caído al suelo por el viento o por su pronta maduración.